máximo de su capacidad. No puede desempeñarse mediocremente
de manera intencional.
Como ente social y moral, el administrador debe anteponer su
formación y valores morales a sus acciones en la empresa.
El administrador debe anteponer el bienestar de la empresa a las
cuestiones personales, ya sean propias, de colegas o subalternos.
El administrador tiene el deber de mantener en secreto las
informaciones que, de ser reveladas, perjudicarían a la empresa.
El administrador tiene el deber de hacerse responsable ante los
clientes y la sociedad por las acciones que dirige dentro de la empresa.
clientes y la sociedad por las acciones que dirige dentro de la empresa.
El administrador como ente moderador entre las partes de la
empresa no puede tomar actitudes que lo lleven a parcializarse
con alguna de las partes (amistad, relaciones externas).
El administrador tiene el derecho de prohibir dentro de la empresa
comportamientos y acciones que atenten contra la moral y las
buenas costumbres o el desempeño de la empresa.
El administrador debe exhibir una conducta ejemplar, tanto frente
a sus subalternos como a sus superiores, así como dentro y fuera
de la empresa.
El administrador debe anteponer el bienestar social al de la
empresa en todo momento.
En caso del manejo financiero, el administrador tiene la obligación
tanto moral como legal de no hacer uso indebido de los fondos de
la empresa.
El administrador debe evitar cualquier tipo de discusiones
personales en el ambiente laboral, creando las condiciones óptimas
dentro del clima organizacional.
El administrador tiene el derecho y el deber de protestar en caso de
que considere que sus superiores han tomado una decisión errónea
que vaya a perjudicar el funcionamiento de la empresa.
El administrador tiene el deber de denunciar cualquier acción
incorrecta que se produzca en su sitio de trabajo.
El administrador debe respetar las ideas de sus colegas o subalternos
y tomarlas en cuenta en caso que pudiesen beneficiar la empresa.
Del mismo modo, el administrador no puede apropiarse de acciones o
ideas de sus colegas o subalternos y darle el crédito que se merece el
responsable de las mismas.
y tomarlas en cuenta en caso que pudiesen beneficiar la empresa.
Del mismo modo, el administrador no puede apropiarse de acciones o
ideas de sus colegas o subalternos y darle el crédito que se merece el
responsable de las mismas.
El administrador de empresas tiene el deber de seguir los lineamientos
de dirección de la empresa impuesto por sus superiores. Al dar un
servicio u ofrecer un producto debe garantizar la satisfacción del cliente.
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